lunes, 20 de junio de 2016

El otro , nuestro espejo tan temido ....

“Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos”

El exterior actúa como un espejo para nuestra mente, en él vemos reflejadas diferentes cualidades o aspectos de nuestro propio ser. Cuando observamos algo que no nos gusta de alguien,   sin duda ese aspecto que nos desagrada existe en nuestro interior. Es nuestro inconsciente, lo que nos hace pensar que el defecto sólo existe “ahí fuera”, en esa otra persona.La proyección psicológica es un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros:sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí misma. El mundo interno tiende a teñir el mundo externo con sus propias característicasEste tipo de mecanismo psicológico tiene un papel especialmente interesante en el amor,cuando solemos atribuir a la persona amada determinadas características que sólo existen en nuestra personalidad.

Lo que importa en cualquier relación es lo que sucede en tu mente, pues es ahí donde existen las relaciones. Las relaciones no existen, sino que existen las personas que se relacionan. Por todo esto, resulta muy poco útil trabajar sobre las relaciones en sí, y mucho más efectivo centrarse en la manera que uno tiene de relacionarse.

Lo importante es DARSE CUENTA de que aquello que proyectamos en los demás, es verdaderamente algo que habla (más de lo que queremos admitir) sobre nosotros mismos.

No es fácil reconocer que el egoismo que nos hiere y genera rechazo hacia nuestra pareja , por ejemplo , siempre esta presente en nosotros . Somos tan abiertos y  generosos como pretendemos del otro ? Somos tan leales y fieles ? Somos tan discretos y de bajo perfil ? Tan respetuosos ? Tan poco afectos a los chusmeríos  y criticas ?La lista de tans es interminable . Configuremonos mentalmente para que al captar una actitud que nos desagrada en el otro . Inmediatamente busquemos en nuestro interior en que porcentaje somos así .
Personalmente , solía tener rechazo inmediato a toda persona que quisiese tener la razón en todo ,  hasta que mi pareja , con ejemplos , me indico que yo era igual . Ahí entendí que lo que me hacía mal era  " la competencia "  , que alguien se endilgara el derecho a tener más razón que yo .Al instante de reconocernos en lo rechazado, aparecen la tolerancia y la empatía , bajamos los decibeles y podemos soportar al otro  porque nos esta sirviendo de instrumento para ser mejor persona.
Pongamoslo en práctica a conciencia y de a poco veremos los cambios en nuestro ser .



 








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